jueves, 10 de diciembre de 2015

La luna Caronte de Plutón revela su violento pasado


La sonda New Horizons envía imágenes en alta resolución del satélite que ayudan a comprender cómo se formó


Barcelona. (Redacción).- El diámetro de Caronte es la mitad del de Plutón. Esta relación entre ambos cuerpos celestes convierte al primero en el mayor satélite del sistema solar. Como ha informado la NASA, muchos de los científicos que participan en la Misión New Horizons esperaban que el relieve de Caronte fuera monótono y cubierto de cráteres. Sin embargo, las imágenes de alta resolución que acaban de hacerse públicas muestran un panorama con montañas, cañones, pendientes y variaciones del color de la superficie. 
“Pensábamos que la probabilidad de ver en este satélite aspectos tan interesantes como los que hemos visto, en un mundo al límite de nuestro sistema solar, era baja. Y no puedo estar más encantado con lo que hemos observado”, ha explicado Ross Beyer, miembro del equipo de Geología, Geofísica e Imagen (GGI) del Instituto SETI y del Centro de Investigación Ames de la NASA.
Las imágenes de alta resolución del hemisferio de Caronte frente a la superficie de Plutón fueron tomadas por New Horizons el pasado 14 de julio y transmitidas a la Tierra el 21 de septiembre. Muestra detalles de un gran sistema de cañones al norte del ecuador de la luna y que se extiende más de 1.600 kilómetros y, posiblemente, se alarga a la cara oculta. Su extensión cuadriplica la del Gran Cañón del Colorado y lo dobla en profundidad en determinados lugares, lo que indica las enormes convulsiones geológicas que debieron suceder en el pasado.
“Parece que toda la corteza de Caronte ha sido abierta y este sistema de cañones se parece al enorme Valles Marineris de Marte”, ha detallado John Spencer, subdirector del GGI en el Instituto de Investigación Southwest.
El equipo de la NASA ha descubierto también que las llanuras al sur del cañón de Caronte –bautizadas de manera informal como Vulcan Planum– tiene un menor número de grandes cráteres que las regiones del norte, lo que indica que son bastante más jóvenes. La suavidad de las llanuras, así como los canales y pequeñas colinas, son signos claros de una remodelación a gran escala de la superficie.
Una posibilidad es que esta suavidad en la superficie se deba a un tipo de actividad volcánica fría denominada criovulcanismo. “El equipo está debatiendo la teoría de que un océano interno se congelara hace mucho tiempo y que el cambio de volumen resultante causara que la corteza se abriera, permitiendo que las lavas basadas en agua llegaran a la superficie en ese momento”, ha propuesto Paul Schenk, miembro del equipo New Horizons del Instituto Lunar y Planetario de Houston.
New Horizons continuará enviando el año que viene tanto imágenes de alta resolución como datos del satélite de Plutón. “Pienso que la historia de Caronte será aún más increíble”, ha pronosticado Hal Weaver, científico del proyecto en el Laboratorio de Física Aplicada de Universidad Johns Hopkins, en Maryland. 
La Misión Espacial no tripulada New Horizons despegó de Cabo Cañaveral el 19 de enero de 2006. En la actualidad se encuentra a 5.000 millones de kilómetros de la Tierra, con todos sus sistemas en funcionamiento y operando con normalidad. La misión puede seguirse a tiempo real en la página http://pluto.jhuapl.edu/

Imagen de Plutón captada por la misión New Horizons
Imagen de Plutón captada por la misión New Horizons (EFE - Propias)
Imagen captada por la nave espacial New Horizons que muestra la superficie de Plutón
Imagen captada por la nave espacial New Horizons que muestra la superficie de Plutón (NASA - Propias)
Una de las imágenes proporcionadas por la NASA del planeta Plutón
Una de las imágenes proporcionadas por la NASA del planeta Plutón (Reuters | NASA - Propias)
Fuente: Diario la Vanguardia

viernes, 27 de noviembre de 2015

Lluvia de Estrellas Geminidas / Diciembre

Lluvia de Estrellas Geminidas
en el Mes de Diciembre 



Tambien conocidas como estrellas fugaces, se trata de uno de los fenomenos mas impresionantes que pueden observarse cuando el cielo se encuentra despejado, aunque no son estrellas lloviendo si no fragmentos muy pequeños que se han desprendido de algunos cometas.

La lluvia de estrellas se produce cuando un cometa pasa por el interior del Sistema Solar, la interacción con el viento solar hace que su superficie se active. Los gases y materiales de la superficie del cometa salen despedidos al espacio, y pasan a orbitar al Sol en órbitas muy similares a las de su cometa de origen. Así se forma una corriente o anillo de partículas, denominado técnicamente enjambre de meteoros.
La órbita terrestre cruza algunos enjambres de cometas de periodo corto, produciendo lluvias de meteoros anuales, como las Leonidas o las Perseidas. Cuando la actividad de una lluvia de estrellas sobrepasa los 1000 meteoros por hora, se la denomina tormenta de meteoros. Se cree que algunos Asteroides pueden ser cometas exhaustos, cometas que han perdido todos sus elementos volatiles. Por eso algunas lluvias tienen como cuerpo progenitor a asteroides. Es el caso de las Gemínidas, que se encuentra en la órbita del asteroide.

La Lluvia de estrellas Geminidas ocurre en Diciembre entre el 12 y el 14 del mes.

Lluvia de estrellas Gemínidas
Máximo: 13 – 14 diciembre 2015Meteoros por hora: 50 a 100

Las Gemínidas comienzan el 7 de diciembre y terminan el día 16 del mismo mes. El máximo de la lluvia de meteoros Gemínidas es entre el 12 y 14 de diciembre. Con una tasa de 50 o 100 meteoros por hora la convierte en una de las lluvias de meteoros más confiables y populares del año.

Hay una gran diferencia entre las Gemínidas y otras lluvias de meteoros, las Gemínidas no proceden de un cometa; proceden de un asteroide (3200 Phaethon).

Si deseas mas informacion sobre la lluvia de estrellas y su influencia astrologica Sigueme en Twitter @ElhoimLeafar y pregunta lo que quieras.

sábado, 11 de julio de 2015

Nueva Imagen Revelada de Pluton

Nueva imagen de Plutón: "Houston, tenemos Geología"

Crédito: NASA

Comenzó como un punto de luz. Luego, se convirtió en una esfera difusa. Ahora -en la última imagen tomada por la nave espacial New Horizons de la NASA- Plutón se está revelando como un mundo fascinante con distintas características superficiales, incluyendo una banda oscura inmensa conocida como la "ballena".

En el momento en el cual la más reciente imagen en blanco y negro del 'Long Range Reconocimiento Imager' (LORRI) de New Horizons apareció en la mañana del 10 de julio, los miembros del equipo científico reaccionaron con alegría, al ver a Plutón como nunca antes. Habrá sin duda muchos momentos similares en el futuro. Nuevas imágenes y datos se están recopilando cada día a medida que New Horizons se encuentra más cerca del sobrevuelo de Plutón del próximo 14 de julio, a raíz de un viaje de casi cinco mil millones de kilómetros.

Crédito: NASA

Tal y como indicó Curt Niebur, del programa científico de New Horizons en la NASA, "Ahora estamos lo suficientemente cerca para empezar a ver la geología de Plutón". Niebur está muy interesado en el área gris justo encima característica "cola" de la ballena. Señaló que "Es una región de transición única con una gran cantidad de procesos dinámicos que interactúan, que lo hace de especial interés científico".

La última imagen de Plutón de New Horizons "fue tomada el 9 de julio de 2015, desde 5,4 millones de kilómetros de distancia y con una resolución de 27 kilómetros por píxel. A esta distancia, Plutón está comenzando a revelar los primeros signos de características geológicas discretas. Esta imagen ve el lado de Plutón, que siempre se enfrenta a su mayor luna, Caronte, e incluye la llamada "cola" de la característica forma oscura de ballena, situada a lo largo de su ecuador. (La forma de un inmenso y brillante corazón había rotado de este punto de vista cuando se capturó esta imagen).

Según Alan Stern, investigador principal de la New Horizons, "Entre las estructuras identificadas tentativamente en esta nueva imagen son lo que parecen ser características poligonales; una banda compleja de terreno que se extiende en este-noreste a través del planeta, aproximadamente de 1.600 kilómetros de largo; y una región compleja donde los terrenos brillantes se juntan con los terrenos oscuros de la ballena. Después de nueve años y medio de viaje a Plutón, bien vale la pena la espera".

jueves, 12 de febrero de 2015

Tres #Exoplanetas de tamaño terrestre podrían albergar agua líquida



El telescopio espacial Kepler de la NASA ha descubierto una estrella con tres planetas en órbita que son sólo un poco más grandes que la Tierra. El más externo de ellos orbita además en zona de habitabilidad, esto es, en una región donde las temperaturas de su superficie podrían ser lo suficientemente moderadas como para haya agua líquida y, tal vez, vida.


La estrella, EPIC 201367065, una enana M roja y fría, tiene aproximadamente la mitad del tamaño y la masa de nuestro sol. Situada una distancia de 150 años luz, se encuentra entre las 10 estrellas más cercanas de las que se sepa tienen planetas en órbita. 

La “proximidad” (en términos astronómicos) de la EPIC 201367065 permite a los astrónomos estudiar las atmósferas de los planetas que la rodean para determinar si sus atmósferas son como la de la Tierra (delgadas y compuestas principalmente por nitrógeno y oxígeno) y si, por tanto, podrían albergar vida. 



Océanos de agua líquida 

Los tres exoplanetas encontrados son 2,1, 1,7 y 1,5 veces el tamaño de la Tierra respectivamente. El radio del más pequeño y más externo es de 1,5 radios terrestres. 

Este exoplaneta orbita lo suficientemente lejos de su estrella anfitriona como para recibir niveles de luz de su estrella similar a los recibidos por la Tierra del Sol. Los astrónomos al cargo del estudio afirman, además, que existe una posibilidad muy real de que este exoplaneta sea rocoso como la Tierra, lo que “significa que podría tener la temperatura adecuada para albergar océanos de agua líquida”. 

La estrella anfitriona, por su parte, es menos brillante que nuestro sol, lo que supone que sus planetas puedan residir cerca de ella y seguir disfrutando de temperaturas tibias. 

Aunque las observaciones astronómicas realizadas durante años a millones de estrellas de nuestra galaxia –la Vía Láctea- han demostrado que es muy común que éstas tengan planetas orbitando a su alrededor dentro de la “zona de habitabilidad”, no se sabe si alguno de esos exoplanetas se parece de verdad a la Tierra. Los científicos esperan que el sistema planetario de esta enana roja –que puede estudiarse- ayude a resolver esta cuestión. 

De cualquier forma, algunos astrónomos creen que debe haber miles de millones de planetas habitables en la Vía Láctea, en los que podrían haberse desarrollado formas de vida completamente distintas a las que conocemos.



Hace tan solo unos días, científico del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) hacían público el hallazgo de ocho nuevos exoplanetas en una zona de habitabilidad. Dos de ellos son los más similares a la Tierra de los exoplanetas conocidos hasta la fecha. 

Bautizados como Kepler-438b y Kepler-442b, los planetas “gemelos” al nuestro orbitan alrededor de estrellas enanas rojas que son más pequeñas y más frías que nuestro Sol, al igual que los tres exoplanetas tamaño Tierra encontrados ahora por Kepler. 

Antes de este último descubrimiento, los dos planetas más parecidos a la Tierra conocidos eran Kepler-186F, que es 1,1 veces el tamaño de la Tierra y recibe el 32% más de luz, y Kepler-62f –1,4veces el tamaño de la Tierra con un 41% más luz–. 

La búsqueda de planetas habitables fuera de nuestro Sistema Solar responde a varias inquietudes. Por un lado, la necesidad de conocer el cosmos. Por otro, la curiosidad por comprender si la vida es exclusiva de nuestro planeta. Y, por último, la posibilidad de que, algún día, nuestra especie tenga que salir de la Tierra para sobrevivir en otros mundos.

Un filamento de casi un millón de kilómetros se forma sobre el Sol


Un filamento solar de casi un millón de kilómetros ha aparecido estos días sobre la corona del astro rey. Una monstruosa longitud que equivale a más de 67 planetas tierra unidos en su diámetro.

filamento solar
Fuente: NASA.
Desde el pasado día 10 de febrero, el Solar Dynamics Observatory viene detectando el increíble crecimiento de un monstruoso filamento solar. En estos momentos la oscura línea que cruza la superficie del sol mide casi un 1 millón de kilómetros. Es como si alineáramos más de 67 planetas tierra. La imagen que genera es, como mínimo, espectacular si no inquietante. No sabemos hasta cuando durará el evento solar ya que podría volver a caer sobre el astro rey en cuestión de minutos, horas o días. O bien podría explotar hacia fuera, en vez de caer sobre la corona, formando "pequeñas" nubes de material. Cada vez sabemos más de nuestra estrella pero todavía son muchísimos los misterios que nos quedan por desvelar.

¿Qué es un filamento solar?

El filamento solar no es otra cosa que un monstruoso hilo de material más frío y denso que flota sobre la capa superficial, o corona, del sol. Están constituidos esencialmente por gas y se forman debido a la actividad magnética tan frenética que se produce en el sol. En un momento dado se genera un bucle magnético que eleva parte del material, el cual se enfría y se vuelve más denso. Por esto mismo, al capturar las imágenes en diversas longitudes de onda el filamento se ve recortado en oscuro contra la corona, mucho más caliente. Los filamentos que vemos de lateral, por su posición con respecto a nosotros, se aprecian como un tirabuzón brillante y son denominados protuberancias.
Cuando el campo magnético se vuelve inestable, el filamento comienza a caer sobre la corona, de nuevo, en un proceso que puede durar un tiempo muy variable. Otra cosa que puede ocurrir es que el filamento solar termine "explotando" y emitiendo su masa forma de protones y electrones, así como algún átomo más pesado, hacia el espacio. Este proceso, denominado CME (Coronary Mass Ejection) es el causante de lo que llamamos tormenta solar que puede alcanzarnos provocando diversos tipos de efectos, algunos potencialmente peligroso para nuestros sistemas de comunicación. Por suerte, esta actividad solo ocurre cada cierto tiempo (unos 11 años) aunque todavía hay mucho que descubrir sobre la dinámica solar.

No es el primero, ni el último

Efectivamente, este enorme filamento solar no es el único que hemos podido observar. De hecho, tampoco es el más grande, aunque tampoco tenemos claro cuál ha podido ser. Eso sí, en otras ocasiones se han podido apreciar filamentos solares de casi un millón de kilómetros. En 1859 ocurrió un evento solar quellegó a interrumpir, incluso, el servicio de telégrafos y pudo verse una aurora boreal en lugares tan dispares como Hawai o Roma. Si nos venimos a un tiempo más moderno, en 2003, otro evento solar saturó los instrumentos da varios satélites durante 11 minutos, aunque prácticamente no lo notamos. El pasado 20 de octubre, la NASA detectó una llamarada de de clase X1.1, bastante violenta, que no tuvo más consecuencias que la ligera alarma entre la comunidad científica y algunas espectaculares imágenes.
filamento solar
Erupción de octubre de 2014. Fuente: NASA.
Con esto quiero decir que este filamento solar no tiene mayor importancia. No es la primera vez que vemos un evento solar impresionante pero prácticamente inofensivo, así que no hay motivo para preocuparse. Efectivamente, los eventos solares, las tormentas de radiación y demás sucesos pueden afectarnos directamente y con cierta gravedad. Pero hasta ahora, aparte de algunos momentos críticos y daños en nuestros sistemas de comunicaciones, todavía no nos hemos enfrentado a un evento que nos haya puesto en serio aprieto, todavía. Para ello tenemos a miles de investigadores tratando de desvelar los misterios del sol y poner soluciones a los posibles problemas que pudiera ocasionarnos nuestro astro rey en su intensa y magnífica actividad.

jueves, 22 de enero de 2015

La Vía Láctea Podría Ser Un Gigantesco Agujero de Gusano Galáctico (Por Santiago Campillo)

¿Y si nuestra galaxia fuera en realidad un agujero de gusano galáctico? Esta es una de las posibilidades que brinda el modelo desarrollado por un equipo de investigadores de la materia oscura. Una posibilidad que parece de autentica ciencia ficción.





"Si combinamos el mapa de la materia oscura en la vía láctea con el modelo más reciente del Big Bang [...] podemos hipotetizar que nuestra galaxia contiene un agujero de gusano galáctico; y que éste puede ocupar todo su tamaño"
Con estas palabras, que parecen más de una película de ciencia ficción, Paolo Salucci, un experto en materia oscura de Trieste, aprovechaba el tirón de Interstellar para explicar su último hallazgo. Éste, bastante complejo, viene a decir que, según sus cálculos, nuestra galaxia podría presentar un agujero de gusano de un tamaño tan enorme que podría ocupar todo su monstruoso volumen. Es más, mucho más importante, según el estudio, este agujero podría ser "navegable", por lo que podríamos viajar (o incluso estar viajando, lo que es más inquietante) a través de él.

A través de un agujero de gusano galáctico

Lo primero que Salucci se ha apresurado a afirmar es que su equipo no está diciendo que nuestra galaxia sea en realidad un agujero de gusanogaláctico gigante. Lo que sí dice su modelo es que es una posibilidad. La única manera de comprobar este hecho consistiría en comparar dos galaxias medianamente cercanas, cosa que se queda muy lejos de nuestras posibilidades por ahora. El modelo, por tanto, obedece únicamente a cálculos e hipótesis.
Si combinamos el mapa de la materia oscura en la vía láctea con la teoría más reciente del Big Bang para explicar el universo; y si además hipotetizamos la existencia de los túneles espacio-temporales, lo que obtenemos es que nuestra galaxia podría contener uno de estos túneles. Es más, este túnel podría ser del tamaño de la propia galaxia.
En nuestra situación actual, en el albor de nuestra era espacial (o así me gusta pensarlo a mi), casi todo es posible. Nos faltan todavía conocimientos y medios para poder hallar respuestas a temas como éste, así que vivir en una galaxia "tradicional" (si es que esto tiene algún sentido) o hacerlo en un enorme agujero de gusano galáctico es igualmente posible, si atendemos a las matemáticas ya la astrofísica. ¿En qué nos afectaría esto? Bueno, directamente en nada. Aunque, tal vez, a los investigadores del cosmos no les convenza esta respuesta.

La ecuación de Murph y la materia oscura

Si recordáis, en Interstellar, Murph trata de resolver una ecuación concreta y muy complicada. Tanto que unos entes multidimensionales (probablemente una versión actualizada de la humanidad) han de chivarle la respuesta. Pues lo que el equipo de Salucci trata de hacer es resolver esa misma ecuación, afirmaba el investigador. Ésta supone una cuestión muy importante en el entendimiento de la materia oscura.

Combinando la ecuación de la relatividad general con un detallado mapa de la supuesta distribución de la materia oscura en la vía láctea, el equipo ha conseguido remover en sus asientos a muchos físicos. Lo que propone Salucci con su estudio es un nuevo punto de vista de la materia oscura. Esta "sustancia" se denomina así por la imposibilidad práctica de interactuar con ella. Creemos que está ahí 
"La materia oscura podría ser una nueva dimensión o un 
sistema de transporte intergalactico"

pero no podemos ni verla, ni sentirla, ni nada de nada. Solo de manera muy indirecta.
Por ejemplo, "necesitamos" que esté ahí para explicar ciertas propiedades universales según muchos de los modelos actuales. Este estudio viene a defender la idea de que hace falta replantearse el concepto de materia oscura. "¿Y si fuese una dimensión más? ¿O un sistema de transporte, como en nuestro supuesto agujero de gusano galáctico?" Explicaba Salucci. Con su trabajo pone de manifiesto una posibilidad tan válida como cualquier otra. Y con ella la necesidad de trabajar aún más duro esta cuestión.

Por Santiago Campillo

lunes, 25 de agosto de 2014

El Eterno Retorno y La Energia Oscura... Nietzsche

Nietzsche, el eterno retorno y el misterio de la energía oscura: otra visión del universo






Aunque es un tema muy complejo –quizás “el más complejo”– todos tenemos una idea básica sobre el origen y desarrollo del universo. Existe una cosmología de consenso, en torno a la teoría del Big Bang que, pese a que sigue teniendo importantes lagunas, cuenta con un modelo teórico robusto y está ampliamente aceptada entre la comunidad científica.

Según esta teoría, el universo surgió de la nada. Por razones que se desconocen, tuvo lugar una gran explosión (el “Big Bang”, tal como lo bautizó el astrofísico inglés Fred Hoyle, paradójicamente, detractor de esta teoría), surgió la materia y la energía y, desde entonces –hace 15.000 millones de años (aunque esta cifra se sigue debatiendo)–, el universo no ha dejado de expandirse y enfriarse.

La teoría del Bing Bang no es la única que puede explicar cómo funciona el universo

La teoría del Bing Bang no sólo es aceptada por gran parte de la comunidad científica, además ha calado entre la ciudadanía, en su mayoría incapaz de entender nada de lo que investigan los físicos teóricos. En los últimos 50 años nos hemos acostumbrado a pensar que el universo tiene un principio, algo que, además, encaja (salvando las distancias) con la cosmología de las tres grandes religiones monoteistas, que insisten en que Dios creó el mundo. Pero lo cierto es que, como señala el físico teórico de la Princeton University, Paul Steinhardt, en el nuevo libro The Universe: Leading Scientists Explore the Origin, Mysteries, and Future of the Cosmos (Harper Perennial) –del que se ha publicado un extracto en Salon–, la teoría del Bing Bang no es la única que puede explicar cómo funciona el universo. Existe un paradigma alternativo que debemos plantearnos: puede que el universo sea interminable y su evolución cíclica.

Steindhart no cree que el modelo del Bing Bang deba abandonarse –de hecho, sus aportaciones sobre la inflación cósmica son claves para esta teoría–, pero lleva una década advirtiendo junto a su colega Neil Turok de la Universidad de Cambridge que, dados los recientes descubrimientos sobre el asunto, es necesario plantear una teoría cosmológica alternativa, que podría cambiar por completo lo que pensamos sobre el universo.

Paul Steindhart. (Natalie Wolchover/Quanta Magazine)

Una idea presente a lo largo de toda la historia

Como explica Steindhart, la idea de que el universo es cíclico no es nueva. La mayoría de las cosmologías orientales tradicionales se basan en este supuesto –el mundo se reencarna al igual que las almas–, y en occidente la idea del "eterno retorno" era defendida por los estoicos, que creían que el mundo extinguía para volver a crearse. Más tarde Friedrich Nietszche popularizó la idea de que el universo es cíclico y, aunque filósofos posteriores dudan si el pensador aleman se refería a éste como una verdad cosmológica o como un mero concepto intelectual, su concepción ha permanecido como un tópico literario y cultural hasta la fecha.

Volviendo al terreno de la ciencia (aunque en estos terrenos comienza a mezclarse con la filosofía), en los primeros días de la cosmología relativista hubo numerosos físicos que plantearon la posibilidad de que el universo no tuviera principio ni final. El propio Albert Einstein teorizó con la posibilidad de que el universo siguiera unos ciclos eternos que comenzaran con un Big Bang y acabaran con un Bing Crunch. La teoría planteada por Turok y Steindhart no deja de ser una versión de lo planteado por Einstein, pero adaptada a los últimos descubrimientos sobre el origen del universo (que no son pocos).

Puede que no vivamos en un sitio especial, pero sí vivimos en un tiempo especial, un tiempo de transición entre la deceleración y la aceleración del universo

Steidhart cree que la idea de un universo cíclico es muy atractiva por una razón: “Si tienes un universo con un principio tienes el desafío de explicar por qué empezó y las condiciones con las que empezó. Pero si tienes un universo cíclico, es eterno, por lo que no tienes que explicar cómo empezó”. Pero no es oro todo lo que reluce. En primer lugar, cada vez que el universo se contrae hasta que "cruje" la densidad y temperatura de éste se elevan hasta valores infinitos, y no está claro cómo puede explicar esto las leyes de la física. En segundo lugar, cada ciclo de expansión y contracción añade una entropía (según los procesos naturales de la termodinámica) al ciclo siguiente. Esto hace que cada ciclo dure más que el siguiente y, en sentido inverso, cada ciclo anterior es más corto, hasta llegar a cero. Por tanto, el problema de no tener que explicar el principio no está resuelto.

La teoría que plantean Turok y Steindhart trata de reintroducir la idea del universo cíclico, pero resolviendo estos dos problemas y, de paso, los escollos principales de la teoría del Big Bang.

Un descubrimiento que lo cambia todo

Según la teoría de consenso, tras el Big Bang la materia y la radiación dominaron el universo y, durante sus 15.000 millones de años de vida, la expansión del universo se fue decelerando, debido a que la materia y la radiación provocan fuerzas gravitacionales que frenan ésta.

Pero en 1998 se hizo un descubrimiento que cambió por completo lo que creíamos. Las observaciones de supernovas muy lejanas sugirieron que la expansión del Universo se estaba acelerando, una idea que se confirmó después gracias a varias fuentes independientes. Esto quiere decir que, a la fuerza, la mayor parte de la energía del universo no está compuesta por materia ni radiación, sino por otro tipo de energía que, en vez de atraer a los cuerpos, los repele (tiene lo que se conoce como una fuerza gravitacional repulsiva). A falta de un término mejor, fue bautizada por el físico Michael Turner como “energía oscura”.

Poco se sabe de lo que es en realidad esta energía oscura, más allá de que es muy homogénea, no muy densa y no interactúa con ninguna de las fuerzas fundamentales excepto la gravedad. Hay diversas teorías que tratan de explicar qué es en realidad pero si en algo coinciden los científicos es en que existe y, según los últimos estudios, debe representar el 73% de la masa del universo.



Steindhart cree que los físicos, y no digamos el público general, no son plenamente conscientes de las implicaciones que tiene este descubrimiento que, a su juicio, lo cambia todo. “Hemos descubierto algo muy extraño sobre la naturaleza del tiempo”, asegura el físico. “Puede que no vivamos en un sitio especial, pero sí vivimos en un tiempo especial, un tiempo de transición entre la deceleración y la aceleración; hemos pasado de un tiempo en que la materia y la radiación dominaban el universo a uno en que de forma muy rápida se están convirtiendo en componentes insignificantes”.

La energía oscura deja de ser un actor inesperado que los científicos no saben dónde colocar en la teoría del Big Bang a ser el centro mismo de la evolución del universo

En la teoría cíclica propuesta Turok y Steindhart la energía oscura cumple un papel protagonista. Los científicos proponen, en resumen y tratando de ser lo más simple posible, que los ciclos interminables del universo comienzan con un bang (al no ser único, prefieren quitarle el título de “grande”), cuando el universo alcanza su máxima densidad. Tras esto hay una fase dominada por la radiación, después, una fase dominada por la materia –en la que se forman los átomos y las galaxias– y, tras esto, una fase (en la que estaríamos ahora) dominada por la energía oscura.

Según esta idea, la energía oscura deja de ser un actor inesperado que los científicos no saben dónde colocar en la teoría del Big Bang a ser el centro mismo de la evolución del universo. La energía oscura es responsable de los ciclos pues, cuando domina el espacio, hace que la expansión del universo se acelere y, después de varios miles de años después, vuelva a contraerse hasta que el ciclo se resuelve en un crunch, que será seguido de inmediato de un nuevo bang. El resto de detalles, que no son pocos, están explicados gracias a las branas, entidades físicas conjeturadas por la Teoría M (la teoría universal que unifica todo lo que sabemos sobre las supercuerdas), que juegan un rol fundamental en la teoría de Turok y Steindhart, ya que, de su colisión, depende su particular bang.

(iStock)

Sabemos mucho, pero no tenemos certezas de nada

Aunque en la teoría del universo cíclico los procesos físicos y la escala temporal del universo son completamente distintos a la postulada por la teoría del Big Bang, la distribución de la energía y la temperatura es esencialmente la misma que en la inflación cósmica, pilar básico de la teoría de consenso y encaja con el resto de lo que sabemos hoy sobre el universo y la física.

La historia de nuestro universo, en cualquier caso, está muy lejos de completarse. Hay que recordar que el pasado marzo se anunció el descubrimiento de las ondas gravitacionales que recorrieron el universo primitivo, durante el período de inflación. Algo que, según reconoció el propio Steindhart en Nature daría al traste con su teoría. El hallazgo, no obstante, se ha puesto en entredicho, y es probable que no logre confirmarse. El propio Steindhart ha dirigido estudios que, asegura, desmienten los titulares que aparecieron en todos los medios antes de que la investigación fuera revisada.

Aún no sabemos si el universo tiene principio o final, pero de momento lo que no acaban son las teorías para explicar su formación y desarrollo.

Curiosidades del universo que no conocías


Pese a los numerosos descubrimientos que hacen los científicos en el ámbito espacial, el Universo sigue guardando una infinidad de secretos por descubrir.

Washington. En esta galería conocerás algunos datos curiosos sobre el Universo recogidos por el portal ‘List25’.

Se trata de curiosidades como:

-La masa del Sol constituye el 99% de la masa total del Sistema Solar.

-La existe un planeta llamado HD189733b donde llueve vidrio.

-Un fotón tarda de promedio 170.000 años en llegar desde el núcleo del Sol a la superficie.

-Mucho más allá de Neptuno, puede haber un objeto del tamaño de la Tierra orbitando alrededor del Sol (la nube de Oort).

-Existe una nube de gas en la constelación de Aquila que contiene suficiente alcohol como para producir 400 billones de billones de litros de cerveza.

-Los escarabajos peloteros utilizan la Vía Láctea para orientarse.

-A 33 años luz de distancia de la Tierra se encuentra un exoplaneta completamente cubierto de hielo ardiente.

-Si se pudiera comprimir la Tierra hasta el tamaño de una canica, se convertiría en un agujero negro.

Científicos aclaran el por qué de las extrañas órbitas de ciertos exoplanetas



Científicos aclaran el por qué de las extrañas órbitas de ciertos exoplanetas









Berlín, 30 jul (EFE).- Un grupo de científicos ha averiguado por qué algunos planetas de fuera del sistema solar describen órbitas “extrañas”, excéntricas o inclinadas, tras estudiar una recién descubierta pareja de estrellas jóvenes a 450 años luz.

Con la ayuda de un telescopio en el desierto de Atacama (Chile), han descubierto que los discos protoplanetarios -donde se formarán futuros planetas- que giran alrededor de estas dos estrellas están “desalineados”, con una diferencia de al menos 60 grados, informa un comunicado el Observatorio Austral Europeo (ESO).

Esto provoca que la fuerza de gravedad de una estrella afecte a los planetas que rotan en torno a la otra, inclinando y deformando sus órbitas, concluye la investigación, que será publicada mañana en la revista especializada “Nature”.

“Aunque observaciones anteriores indicaban que existían este tipo de sistemas desalineados, las nuevas observaciones de (el telescopio) ALMA de (las estrellas) HK Tauri muestran con mucha más claridad lo que está pasando realmente en uno de estos sistemas”, explica Rachel Akeson, experta del Instituto de Ciencias Exoplanetarias de la NASA, en el Instituto Tecnológico de California.

La imagen, tomada desde el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) supone la más clara aportación al estudio sobre discos protoplanetarios en una estrella “doble”.

El nuevo hallazgo, HK Tauri, se encuentra en la constelación de Tauro y está formado por dos estrellas de menos de 5 millones años de antigüedad que distan entre sí 58.000 millones de kilómetros, lo que supone 13 veces la distancia de Neptuno al Sol.

Aunque se trata de un caso “único”, los investigadores quieren ahora determinar si este tipo de disposición en un sistema de estrellas binarias es común en nuestra galaxia, la Vía Láctea.

A diferencia del sol, la mayor parte de las estrellas se forman en pares binarios -dos estrellas que se encuentran en órbita una alrededor de la otra-, lo que provoca que el proceso de formación planetaria en estos sistemas sea muy complejo.

La formación de las estrellas y los planetas se produce cuando inmensas nubes de polvo y gas se contraen debido a la gravedad y comienzan a girar, hasta que la mayoría de éstos caen en un disco protoplanetario aplanado, alrededor de “una creciente protoestrella central”, añade la nota.

Este Planeta Mide 19.000 Km´s



Científicos han realizado la medición más precisa jamás obtenida de un planeta fuera de nuestro Sistema Solar. Situado a 300 años luz de distancia de nosotros, el exoplaneta, llamado Kepler-93b, tiene un diámetro de 18.800 km, con una pequeña incertidumbre de más o menos 240 km, la distancia que hay, por ejemplo, de Madrid a Zamora.

Las observaciones realizadas con los telescopios espaciales Kepler y Spitzer permiten saber que Kepler-93b es una supertierra, es decir, su tamaño es algo mayor que el de nuestro mundo: en concreto, es casi una vez y media más grande. Aunque las supertierras son comunes en la galaxia, no existen en nuestro Sistema Solar. Conociendo bien el tamaño y la masa de mundos como estos, los científicos pueden empezar a teorizar sobre su composición.

«Con Kepler y Spitzer, hemos obtenido la medición más precisa hasta la fecha del tamaño de un planeta alienígena, lo que es fundamental para la comprensión de estos mundos lejanos», dice Sarah Ballard, de la Universidad de Washington en Seattle y autora principal de un artículo sobre los hallazgos publicado en la revista Astrophysical Journal.

«La medida es tan precisa que es, literalmente, como ser capaz de medir la altura de una persona de 1,80 metros dentro de tres cuartos de pulgada, si esa persona estuviera en Júpiter», apunta.
Temperatura abrasadora

Kepler-93b orbita una estrella de aproximadamente el 90% de la masa del Sol. La distancia orbital del exoplaneta, alrededor de un sexto de la de Mercurio del Sol, implica una temperatura superficial abrasadora de alrededor de 760º C. A pesar de sus similitudes recién descubiertas con la Tierra en su composición, Kepler-93b es demasiado caliente para la vida.

Para hacer la medición clave sobre el radio de este exoplaneta, los telescopios Kepler y Spitzer observaron el tránsito del mismo frente a su estrella, revelado por el eclipse de una pequeña porción de luz estelar. Spitzer confirmó en luz infrarroja las observaciones en luz visible de Kepler. Estos datos de corroboración evitaron un falso positivo.

Spitzer acumuló un total de siete tránsitos de Kepler-93b entre 2010 y 2011, lo que permitió obtener las mediciones precisas.

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