Susan Ames ha hecho de la curiosidad su profesión. Desde muy joven se interesó por la Astrofísica, porque considera que el ser humano es tan insignificante en el Universo, que merece la pena estudiar que existe más allá. Lleva 40 años investigando sobre la cosmología teórica en la Universidad de Oxford y sus trabajos, así como el entusiasmo con que los defiende, le han hecho ser una de las astrofísicas más reconocidas y apreciadas por sus colegas. Ayer, una vez más la curiosidad le trajo hasta Santander para participar en el congreso internacional 'Una nueva era para la ciencia con el efecto Sunyaev-Zel'dovich' que se celebra en el Hotel Santemar.
-Lleva más de 40 años trabajando como astrofísica ¿en qué consisten sus investigaciones?
-Desarrollo mi trabajo en la Universidad de Oxford en el campo de la Teoría de la Cosmología. Es muy técnico, pero muy interesante porque no se centra en la escala humana. En el Universo los humanos somos muy insignificantes y me apasiona intentar descubrir qué hay más allá.
-¿Por qué es tan difícil entender en qué consiste el trabajo de los astrofísicos a los que no nos dedicamos a ello?
-Cuesta entenderlo si no se pregunta a la persona adecuada. La verdad es que es difícil de explicar, pero, como le decía es muy apasionante porque sobrepasa las escalas que conoce el ser humano. En el universo el tiempo, el espacio y la energía no tienen nada que ver con lo que conocemos. El ser humano es muy limitado, vivimos en un margen y en un espacio muy pequeño y por eso pensamos de manera limitada. Me sorprende que hoy le estén dando tanta importancia en España al calor y al ascenso de temperaturas. En el Universo una diferencia de temperatura de 10 o 20 grados no es nada.
-Entonces, ¿qué papel desempeña el ser humano en el Universo?
-El ser humano es tan insignificante que daría igual si existiera o no.
-Suena un poco a ciencia ficción.
-Cada vez vamos conociendo más cosas, pero aún hay muchos misterios por descubrir. Este congreso que se celebra en Santander, por ejemplo, es muy importante porque se centra en una nueva técnica de observación de los cúmulos de galaxia conocida como efecto Sunyaev-Zel'dovich. Pues bien, en los años sesenta a nosotros mismos nos parecía que este tipo de observación con luz de microondas era ciencia ficción y ahora, ya ve, estamos conociendo los primeros resultados.
-En esta ocasión no participa como ponente.
-No, soy una congresista más. Es necesario asistir a este tipo de reuniones y actualizar conocimientos y hasta el momento estoy muy contenta con lo que se está tratando. Los ponentes son muy buenos y creo que la reunión tiene un gran nivel.
-Ha venido pilotando su propio avión hasta Santander ¿Cómo ha sido el vuelo?
-Muy bueno. Me ha sorprendido mucho el paisaje porque yo ya había volado por otras ciudades sin tantas montañas y sin ese verde tan bonito que tiene Cantabria. Es muy diferente. Cuando aterricé en Parayas había viento Noreste, pero cuando he salido del congreso ya ha cambiado a Noroeste. Es lo que tiene ser piloto, que vivo muy pendiente del viento. Volar es mi otra pasión.
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