martes, 3 de junio de 2014

¿Son los planetas diamante más comunes de lo esperado?

   Los planetas ricos en carbono, también conocidos como planetas diamante, pueden ser más comunes de lo que se pensaba, según un nuevo estudio elaborado por astrónomos de la Universidad de Yale.
   La importancia de estos mundos, según han explicado los expertos, consiste en que podrían contener vastos depósitos de grafito o de diamantes. Así, esta aparente abundancia impulsa nuevas preguntas sobre las implicaciones de los entornos ricos en carbono para el clima, la tectónica de placas, y otros procesos geológicos, así como para la vida.
   "A pesar de que en la Tierra hay una cantidad relativamente pequeña de carbono, éste ha sido fundamental para el surgimiento de la vida y la regulación del clima a través del ciclo del carbono-silicato", ha explicado uno de los autores de la investigación, John Moriarty.
   "Existe la pregunta, aún abierta, de cómo la química rica en carbono afecta a la habitabilidad de exoplanetas. Esperamos que nuestros hallazgos despierten el interés en esta investigación para ayudar a responder a estas preguntas", ha añadido.
   Generalmente, los exoplanetas rocosos están compuestos --como la Tierra-- en gran parte de hierro, oxígeno, magnesio y silicio, con sólo una pequeña fracción de carbono. Por el contrario, los planetas ricos en carbono podrían tener entre un pequeño porcentaje, y tres cuartas partes de su masa en carbono.
   El equipo que ha llevado a cabo este estudio, publicado en'Astrophysical Journal', ha desarrollado un modelo avanzado para estimar la composición de estos exoplanetas. Si los modelos anteriores se basaron en fotografías estáticas de los discos gaseosos en los que se forman los planetas, el nuevo hace un seguimiento de los cambios en la composición del disco a medida que envejece.
   Gracias a ello, los investigadores encontraron que no sólo los discos con relaciones de carbono-oxígeno superiores a 0,8 producían este tipo de mundos, como se creía hasta ahora. Si no que han descubierto que los planetas ricos en carbono pueden formarse también en discos con una relación carbono-oxígeno tan baja como de 0,65 por ciento si se forman cerca de su estrella madre.
   Para los investigadores este dato es de gran importancia porque "hay muchas más estrellas con relaciones de carbono-oxígeno de 0,65 por ciento y superiores se las que sobrepasan el 0,8 por ciento.
   "Nuestro estudio muestra que los mundos extraterrestres pueden ser sumamente diversos en sus composiciones químicas, incluyendo muchos que son drásticamente diferentes de nuestra experiencia terrenal", concluye el trabajo.

Sólo en nuestra galaxia, podrían existir 100 millones de planetas con vida compleja


Sólo en nuestra galaxia, podrían existir 100 millones de planetas con vida compleja


Aproximadamente, entre uno y dos por ciento de todas las estrellas de la Vía Láctea poseen las condiciones adecuadas para albergar vida, sugiere un reciente estudio.




Los planetas con índices más altos se localizan muy lejos de la Tierra.





Tras un análisis de más de 1.000 exoplanetas de nuestra galaxia por su densidad, temperatura química, edad y distancia de la estrella madre, investigadores de la Universidad de Texas en El Paso (EE.UU.), formularon un "índice de complejidad biológica" que varía entre 0 y 1,0.



El índice se mide en "el número y el grado de características asumidas para ser importante para el apoyo a múltiples formas de vida multicelular".

Al suponer que Europa (una luna de Júpiter que supuestamente tiene un océano por debajo de su capa de hielo) es un buen candidato para la vida, los científicos estimaron que el 1-2% de exoplanetas tendría un índice de complejidad biológica aún mayor que este cuerpo celeste. Así que con 10.000 millones de estrellas que alberga la Vía Láctea, una vida compleja puede existir en cerca de 100 millones de planetas, como mínimo, creen investigadores.

Sin embargo, no hay garantía de que tal forma de vida exista en cualquiera de estos cuerpos celestes, sino que las condiciones allí pueden ser propicias para la existencia de la vida. "Por un lado, parece muy poco probable que estemos solos en el universo", declaró Louis Irwin, autor principal del estudio y profesor emérito de la Universidad de Texas. "Por otro lado, es extremadamente improbable encontrar una forma alienígena de vida de nuestro nivel de complejidad", añade el científico.

Así que se trata de organismos más complejos que un microbio. Con ello, los planetas conocidos con los índices más altos se localizan muy lejos de la Tierra. Por ejemplo, uno de los más cercanos, el sistema Gliese 581, está a 20 años luz de distancia de nuestro planeta.

Descubren un gigantesco planeta rocoso equivalente a 17 tierras


Foto: ABC

(Caracas, 2 de junio. Noticias24).- En un artículo del portal ABC relatan que cientos de astrónomos que asisten anualmente al encuentro de la Sociedad Astronómica Americana (AAS) quedaron atónitos ante el descubrimiento de equipo de investigadores del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica (CfA), quienes afirman haber hallado un nuevo mundo sólido y rocoso, con una masa equivalente a 17 tierras, algo que muchos pensaban que era imposible.

Kepler 10c, en teoría, tendría que haber atraído grandes cantidades de hidrógeno y convertirse en un gigante gaseoso similar a Júpiter, por lo que su formación es un completo misterio. Es mucho mayor que cualquiera de las “super tierras”, de hecho es tan grande que define una nueva categoría bautizada como “mega tierras”.

La existencia de este asombroso planeta plantea que si pudo fabricar rocas, también puede fabricar vida.

El nuevo planeta orbita una estrella muy parecida al Sol una vez cada 45 días, es decir, extraordinariamente rápido para un mundo de su masa. Se encuentra a unos 560 años luz de distancia, en la constelación de Draco, y forma parte de un sistema al que también pertenece un mundo de lava con tres masas terrestres (Kepler 10b), que completa una órbita en apenas 20 horas.

Como su propio nombre indica, Kepler 10c fue visto por primera vez por los instrumentos de la sonda Kepler, una nave especialmente diseñada para la búsqueda de exoplanetas y que ya ha localizado casi 3.000 mundos fuera de nuestro Sistena Solar.

Para detectar planetas, Kepler utiliza el método del tránsito, que consiste en medir las ligeras variaciones del brillo de las estrellas cuando un planeta pasa delante de ellas. Midiendo ese pequeño oscurecimiento, los astrónomos pueden calcular el tamaño del planeta que lo ha causado, y también su diámetro, aunque no pueden saber si se trata de un mundo sólido o gaseoso.

Se sabía, pues, que Kepler 10c tiene un diámetro de casi 30.000 km (2,3 veces el de la Tierra), lo cual le colocaba en una categoría de mundos llamada “mini neptunos”, dotados de gruesas envolturas gaseosas.

Para conocer su masa, el rquipo capitaneado por Dumusque decidió utilizar el instrumento HARPS-North del Telescopio Nazionale Galileo, en las islas Canarias. Y hallaron que pesaba 17 veces más que la Tierra, es decir, mucho más de lo que se esperaba. Lo cual era una demostración clara de que Kepler 10c era mucho más denso que un mundo gaseoso, y que estaba compuesto de rocas y otros materiales sólidos.

“Kepler 10c no ha ido perdiendo su atmósfera a lo largo del tiempo. De hecho, es lo suficientemente masivo como para retener la suya, si es que alguna vez llegó a tenerla -explica Dumusque-. Debió de formarse tal y como lo vemos ahora”.

Las teorías vigentes sobre la formación de planetas se enfrentan ahora a la dificultad de explicar cómo es posible que un mundo rocoso tan grande haya conseguido formarse. Y lo que es más, nuevas observaciones apuntan a que no está solo.

Durante la misma reunión de la AAS, en efecto, otro astrónomo, Lars A. Buchhave, afirmó haber hallado una correlación entre el período de un planeta (el tiempo que tarda en completar una órbita alrededor de su estrella) y el tamaño a partir del cual ese planeta comienza su transición de sólido a gaseoso. Lo cual sugiere que a partir de ahora, si los astrónomos extienden sus búsquedas, podrían empezar a aparecer muchas más “mega tierras”.

El hallazgo de que Kepler 10c es una mega tierra tiene también profundas implicaciones en nuestro conocimiento de la historia del Universo y en las posibilidades de que surja la vida. De hecho, el sistema al que pertenece Kepler 10c (llamado Kepler 10), tiene unos 11.000 millones de años de antigüedad, lo cual significa que se formó menos de 3.000 millones de años después del Big Bang.

El Universo primitivo sólo contenía hidrógeno y helio. Los elementos pesados que se necesitan para formar planetas rocosos, como el silicio o el hierro, no existían al principio, y tuvieron que ser creados en los hornos de fusión de las primeras generaciones de estrellas. Cuando esas estrellas explotaron, diseminaron esos ingredientes esenciales a través del espacio, de forma que (como sucede con nuestro Sol) se incorporaron a las nuevas generaciones de estrellas y permitieron la formación de planetas.

Pero este proceso necesita muchos miles de millones de años para completarse. Y Kepler 10c demuestra que el Universo ya era capaz de formar mundos rocosos incluso en un tiempo en que los materiales pesados resultaban muy escasos.

La mera existencia de Kepler 10c, pues, nos dice que planetas rocosos como la Tierra pudieron formarse mucho antes de lo que pensábamos. Y si puedes fabricar rocas, también puedes fabricar vida.

La investigación implica que, a partir de ahora, los astrónomos no deberían descartar las estrellas más viejas, como sucede ahora, cuando buscan exoplanetas similares a la Tierra. Si las estrellas más antiguas también pueden tener planetas sólidos, entonces las posibilidades de encontrar mundos habitables cerca de nosotros acaban de dispararse.

‘Ven’ desde La Palma la primera megatierra en la constelación del Dragón

Imagen artistica el sistema planetario Kepler­10, en la constelación del Dragón, a 560  años luz de la Tierra (V. Guido/TNG)
Imagen artistica el sistema planetario Kepler­10, en la constelación del Dragón, a 560 años luz de la Tierra (V. Guido/TNG)
La Palma, como atalaya sideral, gracias a los potentes instrumentos estelares emplazados en El Roque de Los Muchachos, sigue realizando avistamientos espectaculares en la inmensidad de la bóveda celeste.
Espectrógrafo de alta precisión Harps-N instalado en el Telescopio Nazionale Galileo. Foto: A.Harutyunyan/TNG
Espectrógrafo de alta precisión Harps-N instalado en el Telescopio Nazionale Galileo. Foto: A.Harutyunyan/TNG
El espectrógrafo de alta precisión HARPS-N, instalado en el Telescopio Nazionale Galileo (TNG) del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, situado en el observatorio de El Roque de Los Muchachos, en las cumbres de Garafía, ha permitido a un consorcio científico formado por Italia, EEUU, Reino Unido y Suiza encontrar fuera del sistema solar al "primer" megaplaneta parecido a la Tierra "en relación" a su composición, pero con una masa 17 veces más grande, ha informado la Fundación Galileo Galilei-Instituto Nacional de Astrofísica (INAF) de Italia. Esta ‘captura’ no es la primera, aunque la realizada en 2013 era de menor tamaño.
El potente buscador de planetas HARPS-N (High Accuracy Radial Velocity Planet Searcher North, en inglés) viene operando en el TNG  desde hace poco más dos años. El citado mega planeta gemelo al globo terráqueo, bautizado con el nombre  Kepler-10c, orbita la estrella Kepler­10, en la constelación del Dragón, a 560 años luz de la Tierra.
El planeta Kepler­10c, detallan los responsables del TNG, ha sido descubierto por el satélite Kepler de la NASA” y  se ha establecido que su tamaño es 2,3 veces el de la Tierra.  Sin embargo, “solamente gracias al largo trabajo de observación del equipo que utiliza el espectrógrafo HARPS­N, los astrónomos han podido determinar su masa y averiguar que Kepler­10c es un planeta que, al igual que la Tierra, está  compuesto de hierro y rocas”, subraya la Fundación Galileo Galilei- INAF, en un comunicado.
El líder de este descubrimiento, Xavier Dumusque  (CFA, EEUU), ha comentado que “el resultado” del hallazgo “ha sido una sorpresa también para nosotros”. En realidad, dijo, “con las teorías actuales esperábamos que un planeta del tamaño de Kepler­10c no estuviera compuesto de rocas sino que fuera más parecido a los planetas helados como Neptuno.  Este resultado es  muy importante porque amplía la posibilidad de encontrar planetas en las zonas habitables de los sistemas planetarios”.
Kepler­10c necesita 45 días para cumplir una órbita alrededor de su estrella de “tipo solar” pero “mucho más vieja: 11.000 millones de años de edad” frente a los 4,5 mil millones  de “nuestro sistema solar”.
El descubrimiento de un planeta “tan denso dentro de un sistema planetario de 11.000 millones de años tiene importantes consecuencias también en nuestra visión del universo primordial”,  se resalta en el comunicado de Fundación Galileo Galilei- INAF. “Si un planeta de rocas como Kepler­10c se ha podido formar cuando el universo solo tenía tres mil millones de  años, esto significa que en esa época las estrellas de primera generación ya habían formado y difundido en el espacio elementos pesados”.
Añade que “este es otro dato a favor de la posibilidad de encontrar planetas gemelos a la Tierra ya que, según hemos visto, planetas de este tipo pueden crearse también en una época de vida del universo en la cual la concentración de metales era muy baja”.
El director del TNG, Emilio Molinari, señala que “estamos muy satisfechos de las prestaciones” del HARPS-­N  y asegura que el sofisticado instrumento “pone a Italia en primera línea en la investigación de los planetas extrasolares”.
Este espectrógrafo, declara por su parte Paolo Vettolani, director científico de INAF, “registra más de 20.000 imágenes científicas cada año y ha cambiado la filosofía de funcionamiento de todo el observatorio. Felicito al team que ha obtenido este resultado que ha sido posible gracias a la inversión que INAF ha hecho en el campo de la investigación de los planetas extrasolares, en términos de recursos instrumentales y de personal”, subraya.
El sistema planetario de la estrella Kepler­10 está formado por la repetida ‘mega tierra’ (el planeta 10c) y un planeta de lava de tres masas terrestres que orbita alrededor de su estrella en solo 20 horas.
Alessandro Sozzetti, miembro del equipo que ha medido la masa de Kepler­10c acentúa: “Una vez más, el uso de instrumentos de tecnología  muy avanzada abre a la ciencia más posibilidades de aquellas que se están buscando, y en esta investigación el TNG, con el HARPS ­N, está en perfecta simbiosis con el satélite Kepler”. “Aunque Kepler esté ahora en parte desactivado”, alega, “su segunda investigación, denominada K2, y aún más, la llegada de los satélites TESS, Cheops y PLATO en los cuales Italia e INAF están involucrados, harán que el cazador de planetas en La Palma tenga trabajo para mucho tiempo”.
Telescopio Nazionale Galileo (TNG), en el observatorio de El Roque de Los Muchachos. Foto: G.Tessicini/TNG.
Telescopio Nazionale Galileo (TNG) en el observatorio de El Roque de Los Muchachos. Foto: G.Tessicini/TNG.
El Telescopio Nazionale Galileo (TNG) tiene un espejo primario de 3,58 metros de diámetro. Está administrado y operado por la Fundación Galileo Galilei–INAF.
El HARPS-­N es la copia en el hemisferio norte del “exitoso instrumento HARPS” que viene funcionando desde 2003 en el telescopio de 3,6 metros de la ESO (Organización Europea para la Investigación Astronómica en el hemisferio austral) en el observatorio de La Silla (Chile), “con un desempeño y características idénticas”.  El HARPS­N es, por lo tanto, “el espectrógrafo más preciso para medir velocidades de estrellas en el hemisferio norte. Se encuentra instalado en el TNG y está dirigido por un consorcio internacional compuesto por la Universidad de Ginebra, TNG-INAF, Harward­Smithsonian CFA, Universidad de St. Andrews, Universidad de Edimburgo y Universidad de Queens en Belfast.
El HARPS-N no es el primer exoplaneta que ‘caza’. En octubre de 2013 se informó que un equipo científico internacional, liderado por Francesco Pepe de la Universidad de Ginebra y miembros de varios institutos de Suiza, Italia, Reino Unido y Estados Unidos, con el sofisticado espectrógrafo  del Telescopio Nazionale Galileo (TNG), caracterizó al planeta extra solar denominado Kepler-78b, “casi gemelo a la Tierra”, a unos 400 años luz de distancia, en la órbita de una estrella de la constelación del Cisne. Del  acontecimiento estelar dio cuenta la prestigiosa revista científica Nature.

Miden por primera vez la duración del día en un exoplaneta



MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

Observaciones llevadas a cabo con el telescopio VLT (Very Large Telescope) del ESO (European Southern Observatory), han determinado, por primera vez, la velocidad de rotación de un exoplaneta. Se ha descubierto que la duración de un día en Beta Pictoris b es de tan solo ocho horas. Esta velocidad es mayor a la de cualquier planeta del Sistema Solar: su ecuador se mueve a casi 100.000 kilómetros por hora.

Así, este nuevo resultado extiende a los exoplanetas la relación entre masa y rotación existente en el Sistema Solar. En el futuro, técnicas similares utilizando el E-ELT (European Extremely Large Telescope) permitirán a los astrónomos hacer mapas detallados de los exoplanetas.



El exoplaneta Beta Pictoris b orbita a la estrella Beta Pictoris, visible a simple vista, que se encuentra a unos 63 años luz de la Tierra, en la constelación austral de Pictor (el caballete del pintor). Este planeta fue descubierto hace casi seis años y fue uno de los primeros exoplanetas de los que se obtuvo imagen directa. Orbita a su estrella anfitriona a una distancia de solo ocho veces la distancia Tierra-Sol (eso1024) _ siendo, además, el exoplaneta más cercano a su estrella captado en imágenes directas.

Utilizando el instrumento CRIRES, instalado en el VLT, un equipo de astrónomos holandeses de la Universidad de Leiden y del Instituto para la Investigación Espacial de los Países Bajos (SRON) ha descubierto que la velocidad de rotación ecuatorial del exoplaneta Beta Pictoris b es casi de 100.000 kilómetros por hora.

Haciendo una comparación, el ecuador de Júpiter tiene una velocidad de unos 47.000 km por hora, mientras que la Tierra viaja a tan solo 1.700 km por hora. Beta Pictoris b es más de 16 veces más grande y 3.000 veces más masivo que la Tierra, pero un día del planeta solo dura 8 horas.
MÁS MASIVOS, MÁS RÁPIDOS

"No se sabe por qué algunos planetas giran rápido y otros más despacio", afirma el coautor Remco de Kok, "pero esta primera medida de la rotación de un exoplaneta muestra que la tendencia vista en el Sistema Solar, en la que los planetas más masivos giran más deprisa, puede aplicarse a los exoplanetas. Debe tratarse de una consecuencia universal derivada de la forma en que se crean los planetas".

Beta Pictoris b es un planeta muy joven, de tan solo unos 20 millones de años (comparados con los 4.500 millones de la Tierra). Con el paso del tiempo, se espera que el exoplaneta se enfríe y encoja, con lo cual girará aún más rápido. Por otro lado, hay otros procesos que pueden influir en el cambio de la velocidad de giro del planeta. Por ejemplo, el espín de la Tierra se está ralentizando con el paso del tiempo debido a las interacciones de marea con nuestra Luna.

Los astrónomos hicieron uso de una técnica muy precisa llamada espectroscopía de alta dispersión para dividir la luz en los colores que la forman: las diferentes longitudes de onda en el espectro. El principio delefecto Doppler (o desplazamiento Doppler) les permitió usar el cambio en la longitud de onda para detectar que diferentes partes del planeta se movían a velocidades diferentes y en direcciones opuestas en relación al observador. Eliminando cuidadosamente los efectos de la estrella anfitriona, mucho más brillante, fueron capaces de extraer la señal de la rotación del planeta.

"Hemos medido las longitudes de onda de la radiación emitida por el planeta con una precisión de una parte entre cien mil, lo que hace las mediciones sensibles a los efectos Doppler que pueden revelar la velocidad de los objetos emisores", confirma el autor principal Ignas Snellen. "Utilizando esta técnica nos encontramos con que diferentes partes de la superficie del planeta se acercan o se alejan de nosotros a diferentes velocidades, lo cual sólo puede significar que el planeta gira alrededor de su eje".

Esta técnica está estrechamente relacionada con la técnica para hacer imágenes Doppler, que ha sido utilizada durante varias décadas para realizar mapas de las superficies de las estrellas y, recientemente, de la enana marrón Luhman 16B. La rápida rotación de Beta Pictoris b significa que, en el futuro, será posible hacer un mapa global del planeta, mostrando posibles patrones de nubes y grandes tormentas.

"Esta técnica puede utilizarse en una muestra mucho más grande de exoplanetas con la excelente resolución y sensibilidad del E-ELT y un espectrógrafo de imagen de alta dispersión. Con el futuro instrumento METIS (Mid-infrared E-ELT Imager and Spectrograph) seremos capaces de hacer mapas globales de exoplanetas y de caracterizar planetas mucho más pequeños que Beta Pictoris b con esta técnica", afirma el investigador principal de METIS y coautor del nuevo artículo, Bernhard Brandl.

Las puestas de Sol de Titán revelan la complejidad de los exoplanetas brumosos

Las puestas de Sol de Titán revelan la complejidad de los exoplanetas brumosos

Científicos que trabajan con datos de la misión Cassini de la NASA han desarrollado una nueva forma de entender las atmósferas de los exoplanetas: observando las puestas de Sol en la luna de Saturno Titán. Además, el trabajo ha demostrado que los cielos brumosos suponen una gran complejidad a la hora de estudiar los mundos alienígenas que orbitan estrellas distantes.

"Resulta que hay muchas cosas que se pueden aprender mirando una puesta de Sol", ha indicado el autor principal del trabajo, que ha sido publicado en 'National Academy of Sciences', Tyler Robinson.
Según se explica en el artículo, la luz de las puestas de sol se pueden separar en sus colores componentes para crear espectros, con el fin de obtener información oculta. A pesar de las asombrosas distancias entre sistemas planetarios, en los últimos años los investigadores han comenzado a desarrollar técnicas para la recolección de los espectros de exoplanetas.

Una de ellas se aplica a los mundos en tránsito, cuando pasa por delante de su estrella, observada desde la Tierra. Entonces la luz de ésta viaja a través de la atmósfera del exoplaneta, donde cambia en sutiles, pero mensurables, formas. Este proceso imprime información sobre el planeta que puede ser recogida por los telescopios. Los espectros resultantes son un registro de esa huella.

Gracias a este proceso, los científicos también pueden desentrañar los detalles sobre la temperatura, la composición y la estructura de las atmósferas de el mundo observado.

En el nuevo trabajo, Robinson y sus colegas han aplicado la similitud entre los tránsitos de exoplanetas y las puestas de Sol que la nave Cassini ha presenciado en Titán. Estas observaciones, llamadas ocultaciones solares, permitieron a los científicos observar Titán como un exoplaneta en tránsito sin tener que salir del sistema solar. En el proceso, las puestas de sol de Titán revelaron cuán dramáticos pueden ser los efectos de las nieblas.

Varios mundos en el Sistema Solar, incluyendo Titán, están cubiertos por nubes y brumas de gran altitud. Estas condiciones crean una variedad de efectos complicados que los investigadores deben separar de la firma de estas atmósferas exóticas. Presentan un obstáculo importante para la comprensión de las observaciones de tránsito.

Debido a la complejidad y la potencia de cálculo necesaria para hacer frente a las brumas, los modelos utilizados para entender los espectros de exoplanetas suelen simplificar sus efectos. "Antes, no estaba claro exactamente cómo estaban afectando las brumas a las observaciones de exoplanetas en tránsito. Así que nos dirigimos a Titán, un mundo nebuloso en el Sistema Solar que ha sido ampliamente estudiado por Cassini", ha explicado el investigador.


El trabajo


El equipo utilizó cuatro observaciones de Titán realizadas entre 2006 y 2011 por el espectrómetro de mapeo visual e infrarrojo de Cassini. Su análisis proporciona resultados que incluyen los efectos complejos, debido a las brumas, que ahora se pueden comparar con los modelos de exoplanetas y observaciones.
Con Titan como su ejemplo, Robinson y sus colegas encontraron que las brumas altas por encima de algunos exoplanetas en tránsito podrían limitar estrictamente lo que sus espectros pueden revelar a observadores de planeta de tránsito.
Según han explicado, en estos casos las observaciones sólo son capaces de recoger información de la atmósfera superior de un planeta. En Titán, esto corresponde a alrededor de 150 a 300 kilómetros sobre la superficie de la luna, muy por encima de la mayor parte de su densa y compleja atmósfera.
Un resultado adicional del estudio es que las brumas de Titán afectan más fuertemente a las longitudes de onda más cortas o más azules. Mientras, estudios anteriores de los espectros de exoplanetas habían asumido comúnmente que afectarían a todos los colores de la luz de manera similar. El estudio de puestas de Sol a través de las neblinas de Titán ha revelado que este no es el caso.
"Es gratificante ver que el estudio de la Cassini del sistema solar nos está ayudando a entender mejor otros sistemas solares", ha concluido Robinson.

Dos planetas sentenciados a la misma muerte

Astrónomos predicen por primera vez que un par de mundos lejanos están a punto de convertirse en una merienda de proporciones cósmicas: serán devorados por su propia estrella

Dos planetas sentenciados a la misma muerte
CFA
Kepler- 56b, consumido por su estrella anfitriona

Dos mundos que orbitan alrededor de una estrella distante están a punto de convertirse en una merienda de proporciones cósmicas. Astrónomos del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica (CfA) han vaticinado que los planetas Kepler-56b y Kepler-56c serán tragados por su estrella dentro de 130 millones y 155 millones de años, respectivamente. Puede parecer que queda mucho tiempo para que se cumpla tan cruel sentencia, pero es poco en términos astronómicos.
«Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se predice la muerte de dos exoplanetas que forman parte de un solo sistema», dice el autor principal del estudio, Gongjie Li, que ha presentado sus resultados en la reunión anual de la Sociedad Astronómica Americana (AAS).
Por mucho que nos parezca apocalíptico, el sistema Kepler-56 ofrece una visión muy realista del futuro de nuestro Sistema Solar, aunque sucederá mucho más tarde. En unos 5.000 millones años, nuestro Sol se convertirá en una estrella gigante roja, hinchándose hasta alcanzar inmensas proporciones y engullendo como si se tratara de un canapé a Mercurio y Venus.
Es lo que está ocurriéndole ahora mismo a la estrella Kepler-56. Se está transformando en una gigante roja y ya se ha disparado hasta tener cuatro veces el tamaño del Sol. A medida que envejece, continuará expandiéndose hacia el exterior. La estrella no solo se volverá más grande, sino que sus mareas se harán más fuertes, arrastrando a los planetas hacia el interior para su destrucción.
Kepler-56b orbita su estrella anfitriona una vez cada 10,5 días, mientras que 56c lo hace cada 21,4. Ambos están mucho más cerca de su estrella de lo que Mercurio lo está del Sol. Como resultado, su destino llegará mucho más rápido.

Atmósferas en ebullición

Li y su equipo calcularon la evolución tanto del tamaño de la estrella como de las órbitas de los planetas para predecir cuándo serán destruidos. Incluso antes de que desaparezcan, los dos planetas estarán sometidos a un calentamiento inmenso de la cada vez más gigantesca estrella. Sus atmósferas comenzarán a hervir y adquirirán forma de huevo por la marea estelar.
El único sobreviviente en el sistema será Kepler-56d, un planeta gigante gaseoso que circula en una órbita de 3,3 años de la Tierra. Desde su distancia segura podrá observar cómo sus dos mundos hermanos desaparecen.
El sistema planetario Kepler-56 también es notable por ser el primer sistema multiplaneta «inclinado» en ser descubierto. Las órbitas de los dos planetas interiores se inclinan de manera significativa desde el ecuador de la estrella. Esto resultó algo inesperado, ya que los planetas se formaton a partir del mismo disco de gas y polvo de la estrella, por lo que deberían orbitar casi en el mismo plano que el ecuador de la estrella (como lo hacen los planetas de nuestro Sistema Solar).
Los científicos fueron capaces de constreñir mejor la inclinación de estos planetas, en comparación con trabajos anteriores, y encontraron que la inclinación más probable era de 37 o 131 grados.

jueves, 20 de marzo de 2014

HUBBLE 3D El Documental




Integramente rodada en IMAX 3D trata sobre el instrumento cientifico mas importante desde el telescopio de Galileo el Telescopio Espacial Hubble. El publico caminara por el espacio con los astronautas mientras realizan algunas de las tareas mas dificiles de la historia de la NASA. Tambien podra observar lo que nunca se habia visto la grandiosidad de nebulosas y galaxias el nacimiento y muerte de las estrellas y algunos de los mayores misterios del universo. Narrada en version original por Leonardo DiCaprio. de IMAX Hubble 3D


Como Critica Personal, es el Mejor Documental que haya visto en mi Vida, la mejor calidad de Video & Audio, excelente Narracion en la Voz de Leonardo Di Caprio, y Un excelente trabajo cuidado al milimetro, sin mencionar las fascinantes Obras maestras que en nuestro lenguaje solo  podemos definir como fotografias, Ampliamente Hermoso, Interesante e Inolvidable, recomendado ciegamente para toda la Familia...

Te hara sentir como una Insignificante Molecula de Polvo flotando inconcientemente por encima de las nubes....

THANK YOU IMAX 3D !!! AMAZING





miércoles, 12 de marzo de 2014

Hotel En La Luna, Arquitectura Espacial...

Construirán hotel en la luna

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¿Se imagina un hotel de cinco estrellas en plena luna? ¿O una ciudad flotante para 10 mil personas construida con ladrillos de adobe lunar? Ahora, estos “lunáticos” proyectos están cerca de concretarse.

Y es que a poco más de un mes de lanzada la operación “Vuelta a la luna” y de que el presidente George W. Bush anunciara que entre el 2025 y el 2030 se establecería una base permanente en nuestro satélite, ya hay arquitectos creando proyectos de ciudades espaciales.

Un cráter techado que alberga un hotel de 5 mil habitaciones, una ciudad volante para 10 mil habitantes, una casa construida con ladrillos de adobe lunar. Estos son algunos de los muchos ejemplos de una nueva arquitectura: la extraterrestre.

Y no estamos hablando de ciencia ficción, sino de proyectos serios y basados en conocimientos científicos y en los que la propia NASA, a través de su División de Proyectos Espaciales Avanzados, mantiene una posición de liderazgo

"Mi primer proyecto de arquitectura lunar lo hice en 1984", dice Marc Cohen, integrante de esta unidad. Experto en el desarrollo de hábitat para la vida permanente en el espacio y un pionero de la arquitectura espacial, recuerda que "Soy el segundo arquitecto que entró a trabajar directamente para la NASA".

Cohen es, además, miembro de Spacearchitects, asociación que agrupa a arquitectos "espaciales" de distintos lugares del mundo.

Una muestra es que ya existen agencias de turismo espaciales como la Space Adventures, que ofrecen paquetes de turismo aventura. Y como obviamente a los turistas hay que albergarlos, ya circulan unos cuantos proyectos de hoteles espaciales.

El Lunatic, un hotel proyectado por el arquitecto holandés Hans Jurgen Rombaut y un Hilton de 5 mil habitaciones son los más conocidos de los que se planean construir en suelo lunar. Otros, como el propuesto por la constructora japonesa Shimizu, es un hotel volante que gira en una órbita lunar.



Estas dos estrategias de diseño hotelero, uno en el aire, otro apoyado en el suelo, no son caprichosas ni casuales. Se trata de las dos tendencias clave de la nueva arquitectura espacial. A tal punto, que ya divide aguas en el flamante gremio de los arquitectos "espaciales": unos defienden los edificios orbitales, otros prefieren los de superficie.

Debates arquitectónicos

"Los arquitectos deben aprovechar las extraordinarias posibilidades que ofrece la Luna para crear edificios conceptualmente nuevos", dice el arquitecto holandés Hans Jurgen Rombaut.

En primer lugar, explican los técnicos, cualquier arquitectura espacial ya se trate de estaciones orbitales o de edificios de superficie debe dar respuesta a los requerimientos extremos de los ambientes donde serán emplazadas las construcciones: días y noches lunares que duran 14 días terrestres, lluvias de meteoritos, y la falta de aire y agua que obligará a reciclar la orina y el vapor para producir agua potable.



"Las condiciones de la Luna son tan drásticamente diferentes a las de la Tierra que para diseñar edificios lunares es imposible confiar en nuestros conocimientos constructivos más comunes y básicos. Cada concepto, cada cálculo, cada premisa de diseño debe ser revisado", sostiene Rombaut "Después de casi 20 años de ver diseños de hábitat espaciales en la Luna y en Marte, tenemos nuestras propias ideas sobre cómo debería ser el diseño más adecuado", comenta Anita Gale, ingeniera aeroespacial que, desde los años 80, organiza para distintos centros de la NASA concursos estudiantiles de proyectos de hábitat lunares y marcianos.

"Los tres factores que más influyen en un diseño lunar son la prevención contra la radiación, la producción de electricidad durante las largas noches lunares y evitar que el volátil polvo lunar ingrese en el interior de los edificios", explicó Gale desde su oficina de la Compañía Boeing, en Houston, Texas, donde trabaja en el programa de los transbordadores espaciales.



"Para diseñar un edificio en la Luna, hay que proponer soluciones prácticas para condiciones extremas, como los altos niveles de radiación (no hay capa de ozono), las temperaturas extremas (120°C de día y 160°C bajo cero, de noche) la falta de atmósfera y la poca gravedad", agrega Rombaut.

Este arquitecto holandés es también ingeniero y titular de Lunar Architecture, un grupo de investigación en hábitat lunar apoyado por la Agencia Espacial Europea (ESA) aplicó algunas de esas soluciones en su diseño del Lunatic Hotel, dos torres gemelas en forma de boomerang , que emergen 160 metros por encima del suelo lunar.

Por ejemplo, para proteger el interior del edificio, Rombaut diseñó gruesos muros triples de 50 centímetros de espesor. La cáscara exterior está compuesta por una doble pared de roca lunar de 18 centímetros de espesor y una cáscara interior de 35 centímetros de agua, contenida entre dos planos de vidrio. Según Rombaut, "el agua absorbe la energía de los rayos cósmicos y, junto con las piedras, ayuda a mantener constante la temperatura interior".



Pero explica que no todos son problemas: "El hostil ambiente lunar también ofrece algunas posibilidades excitantes, como la baja gravedad y la falta de atmósfera, viento y humedad". Gracias a la poca gravedad (1/6 de la de la Tierra), Rombaut asegura que es posible diseñar construcciones con estructuras sutiles y esbeltas. "Incluso tan frágiles que jamás podrían ser construidas en la Tierra." Otro tema importante es el de los materiales por utilizar; Rombaut lo tiene resuelto: "Debido a los altos costos de lanzamiento y transporte poner en el espacio un kilo de cualquier cosa no cuesta menos de 10 mil dólares, diseñé el hotel de tal modo que pueda construirse con materiales obtenidos en la Luna. Solamente las maquinarias y herramientas serían transportadas desde la Tierra".

viernes, 3 de enero de 2014

Eclipses Lunares & Solares Para Este Año 2014... @ElhoimLeafar

El eclipse mas largo de siglo


1° de enero de 2014.- La agencia aeroespacial de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) ha informado que en este año 2014, los habitantes de la Tierra podrán disfrutar de dos eclipses lunares y dos solares.

El primer eclipse total de luna ocurrirá el 15 de abril, el cual tendrá una duración de 78 minutos y podrá ser presenciado totalmente en América del Sur y América del Norte, y parcialmente en Europa y África, según un comunicado de la NASA divulgado en el portal Web.

El segundo fenómeno será un eclipse anular de Sol previsto para el 29 de abril de 2014 y podrá ser observado durante 6 minutos desde Australia y algunos países cuyas costas sean bañadas por el océano Índico.

El 8 de octubre se visualizará el segundo eclipse total de luna del año que durante 59 minutos y podrá ser admirado, con mayor visibilidad, desde la región del Pacífico; pero la exhibición de su fase completa la disfrutarán los habitantes de América del Sur, América del Norte, Nueva Zelanda, Australia, Japón y Asia Oriental.

El último fenómeno natural de este tipo para el próximo año será un eclipse parcial de sol que podrá ser contemplado el 23 de octure en Estados Unidos, Canadá y en la península rusa de Kamchatka, en el este de Siberia.

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