Los planetas ricos en carbono, también conocidos como planetas diamante, pueden ser más comunes de lo que se pensaba, según un nuevo estudio elaborado por astrónomos de la Universidad de Yale.
La importancia de estos mundos, según han explicado los expertos, consiste en que podrían contener vastos depósitos de grafito o de diamantes. Así, esta aparente abundancia impulsa nuevas preguntas sobre las implicaciones de los entornos ricos en carbono para el clima, la tectónica de placas, y otros procesos geológicos, así como para la vida.
"A pesar de que en la Tierra hay una cantidad relativamente pequeña de carbono, éste ha sido fundamental para el surgimiento de la vida y la regulación del clima a través del ciclo del carbono-silicato", ha explicado uno de los autores de la investigación, John Moriarty.
"Existe la pregunta, aún abierta, de cómo la química rica en carbono afecta a la habitabilidad de exoplanetas. Esperamos que nuestros hallazgos despierten el interés en esta investigación para ayudar a responder a estas preguntas", ha añadido.
Generalmente, los exoplanetas rocosos están compuestos --como la Tierra-- en gran parte de hierro, oxígeno, magnesio y silicio, con sólo una pequeña fracción de carbono. Por el contrario, los planetas ricos en carbono podrían tener entre un pequeño porcentaje, y tres cuartas partes de su masa en carbono.
El equipo que ha llevado a cabo este estudio, publicado en'Astrophysical Journal', ha desarrollado un modelo avanzado para estimar la composición de estos exoplanetas. Si los modelos anteriores se basaron en fotografías estáticas de los discos gaseosos en los que se forman los planetas, el nuevo hace un seguimiento de los cambios en la composición del disco a medida que envejece.
Gracias a ello, los investigadores encontraron que no sólo los discos con relaciones de carbono-oxígeno superiores a 0,8 producían este tipo de mundos, como se creía hasta ahora. Si no que han descubierto que los planetas ricos en carbono pueden formarse también en discos con una relación carbono-oxígeno tan baja como de 0,65 por ciento si se forman cerca de su estrella madre.
Para los investigadores este dato es de gran importancia porque "hay muchas más estrellas con relaciones de carbono-oxígeno de 0,65 por ciento y superiores se las que sobrepasan el 0,8 por ciento.
"Nuestro estudio muestra que los mundos extraterrestres pueden ser sumamente diversos en sus composiciones químicas, incluyendo muchos que son drásticamente diferentes de nuestra experiencia terrenal", concluye el trabajo.
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