Hace 4 mil millones de años atrás algunos cráteres de Marte contenían agua. Aunque nunca habría existido un océano, sino sólo algunas lagunas dentro de cráteres.
El minucioso estudio de los minerales hallados en el interior de varios cráteres indican que el agua se encontraba por todas partes, no sólo en las tierras altas del sur, sino también bajo las llanuras del norte. Esto ha llevado a algunos científicos a prponer que Marte pudo haber presentado condiciones favorables para albergar vida en algún momento de su historia.
La sonda de la ESA Mars Express y la de la NASA Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) han descubierto silicatos hidratados en las llanuras que se extienden en el hemisferio norte del Planeta Rojo, lo que indica que hace tiempo hubo agua en la región.
El satélite europeo ya había descubierto miles de pequeños afloramientos de minerales hidratados en el hemisferio sur, que demuestran la presencia y la acción del agua. La mayoría de ellos son arcillas hidratadas conocidas como filosilicatos, cuya presencia sugiere que el hemisferio sur fue mucho más cálido y húmedo de lo que es hoy en día.
De todas formas, hasta la semana pasada, no se habían detectado silicatos hidratados en las llanuras del norte, cubiertas por gruesas capas de lava y de sedimentos que pueden alcanzar varios kilómetros de espesor, dificultando la caracterización del lecho subyacente.
Los primeros indicios de la existencia de silicatos hidratados bajo las llanuras del norte fueron detectados por el sensor OMEGA instalado a bordo de la sonda europea Mars Express. No obstante, los afloramientos eran muy pequeños y requerían observaciones más detalladas para poder confirmar definitivamente su presencia. El equipo a cargo de OMEGA solicitó datos de la zona de más resolución, obtenidos por un sensor embarcado en la sonda MRO de la NASA.
Esta investigación se centró en 91 cráteres de impacto de un tamaño considerable, en los que los asteroides habían creado un hoyo lo suficientemente profundo como para dejar a la vista la antigua corteza marciana. Según se publicó la semana pasada en la revista Science, al menos nueve de estos cráteres contenían filosilicatos u otros silicatos hidratados.
Estos minerales, que se formaron en un entorno húmedo, bien en superficie o bajo tierra, eran idénticos a los que habían sido detectados en el hemisferio sur.
“Ahora podemos determinar que el agua líquida alteró la totalidad del planeta hace unos cuatro mil millones de años”, explica John Carter, de la Universidad de París y autor principal del artículo.
Con los pocos datos obtenidos en esta serie dispersa de cráteres, resulta muy difícil sacar conclusiones sobre cómo era el antiguo Marte, aunque la naturaleza y la ubicación de estos minerales aporta algunas pistas muy interesantes.
“Se trata de minerales ricos en hierro y magnesio, con una reducida concentración de aluminio. Por comparación con el olivino, que es fácilmente alterado por el agua, se puede deducir que el agua estuvo presente tan sólo unas decenas o centenas de millones de años”, comenta Jean-Pierre Bibring, Investigador Principal del instrumento OMEGA, de la Universidad de París.
Aunque Marte no haya presentado condiciones propicias para albergar vida durante mucho tiempo, ha quedado un testimonio grabado en las regiones ricas en filosilicatos.
Un gran número de científicos sugirió que las llanuras de lava del hemisferio norte estuvieron cubiertas por un océano poco profundo. Sin embargo, los nuevos resultados no aportan ninguna evidencia que respalde esta teoría.
“Nuestros estudios no han encontrado pruebas de que las llanuras de lava en el norte de Marte hayan sido alteradas por el agua”, concluye el Dr. Bibring.
Por otra parte, los nuevos resultados podrían ayudar a elegir en qué regiones deberían aterrizar las futuras misiones al Planeta Rojo, ya que las pruebas de que existió agua en el pasado sugieren que se podrían haber presentado condiciones favorables para la evolución de formas de vida primitivas.
“Estos resultados revelan la historia de Marte, derivada de la mineralogía del planeta”, comenta Olivier Witasse, Científico del Proyecto Mars Express para la ESA. “Es otro ejemplo de la fructífera colaboración entre científicos europeos y americanos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario