Desde que llegaron las primeras imágenes de Marte tomadas por naves orbitales en la década de los 1970s, muchos científicos buscan una pista sobre el destino del agua en Marte, un planeta extremadamente desértico y helado.
Las fotografías revelaron que su topografía presenta multiples formaciones que parecen indicar el pasado flujo de agua, que algunos científicos muestran como evidencias de que al menos alguna vez allí fluyó agua, mientras otros advierten que las mismas formaciones podrían haber sido esculpidas por el viento marciano, que al arrastrar grandes cantidades de polvo tiene una alta capacidad erosiva.
Ultimamente, las imágenes y datos que las sondas de última generación que la NASA y la ESA mantienen orbitando el planeta, dotadas de cámaras de alta resolución, espectrógrafos y radares, capaces de penetrar la superficie de Marte, han estado entregando una nueva imagen del planeta.
A pesar que no han visto nada que indique o haga sospechar siquiera de la presencia de vida en Marte, hay cada vez mayores evidencias que existe agua bajo la superficie marciana.
La semana pasada un grupo de científicos afirmó haber encontrado lo que probablemente son grandes glaciares escondidos bajo una capa delgada de polvo y rocas fragmentadas, en una región lejos de los casquetes polares. Su descubrimiento fue realizado mediante con el radar de la Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA.
Imagen: Glaciares enterrados en Marte.
A la izquierda está el aspecto que tienen actualmente y a la derecha como se verían si se retirase la capa de polvo y rocas que las cubre.
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El geólogo planetario, John W. Holt de la Universidad de Texas y su equipo, que habían optimizado un equipo de radar de penetración superficial, que operan abordo de la sonda MRO para buscar glaciares en regiones casi ecuatoriales, anunció en el número del 21 de Noviembre de la revista Science, que finalmente los han detectado.
El hielo parece extendenderse decenas de kilómetros desde bordes montañosos y antiguos acantilados. Puede tener un grosor de hasta unos 800 metros y habría sobrevivido desde la última edad del hielo marciana, hace millones de años.
"Tomados en conjunto, estos glaciares representan, casi con seguridad, la mayor reserva de agua helada en Marte fuera de los casquetes polares", dice Holt. "Uno de estos glaciares es tres veces más grande que la ciudad de Los Ángeles y hay otros; además de su valor científico, pueden ser una fuente de agua para la futura exploración de Marte", añade.
Estos glaciares deben contener pequeñas cantidades de polvo o roca, como los depósitos que encontró la sonda europea Mars Express en regiones polares de Marte con su propio radar, puntualizan los científicos. Este radar europeo logra más penetración pero menos detalle superficial que el de la MRO.
"Tardamos en hacer el anuncio del descubrimiento porque queríamos estar seguros de él e hicimos todas las verificaciones posibles", agregó Holt. Además, "son una ventana a un clima que fue muy diferente a lo que es hoy Marte", afirmó.
Holt y su equipo habían diseñado este radar para el orbitador para examinar los aprons ubicados en latitudes medias así como otros depósitos estratificados en las regiones polares de Marte. El instrumento fue entregado por la Agencia Espacial Italiana.
La cubierta de rocas sobre el glaciar lo habría protegido de ser sublimado (vaporizado), lo que habría ocurrido de estar expuesto a la delgada atmósfera de estas latitudes. Como en Marte la presión atmosférica es cien veces menor que la de la Tierra, allí el agua no puede existir en su forma líquida, pasando de hielo a vapor o viceversa directamente.
"Una pregunta fundamental es ¿cómo llegó aquí este hielo?” dice James W. Head de la Brown University, Providence, R.I. "El ángulo de inclinación del eje de rotación de Marte a veces ha tenido un ángulo mayor que el actual, de 24°. Los modelos climáticos muestran que con ángulos más pronunciados los glaciares podrían haber cubierto hasta las latitudes medias. Los glaciares enterrados tienen sentido si los consideramos como fragmentos preservados (al estar cubiertos) de una época glaciar ocurrida en Marte hace millones de años atrás. Es interesante destacar que el la Tierra, glaciares enterrados en la Antarctica han preservado registros de restos de antiguos organismos y de la historia del clima pasado".
PASADO HUMEDO
El descubrimiento hecho por el radar de MRO aclaró otro misterio que había surgido en 1970 cuando las sondas Viking de la Nasa detectaron faldas ondulantes que aparecían a pie de montañas o desfiladeros y que los científicos llamaron "aprons".
Una teoría indicaba que se trataba de flujos de rocas lubricadas por el hielo.
Sin embargo, Holt indicó que se parecían mucho a los enormes glaciares detectados también bajo la roca en la Antártida y para cuyo estudio se había utilizado el radar.
"Y en la Tierra, esas masas de hielo oculto en la Antártida preservan el registro de antiguos organismos y la historia del pasado climático", dijo James Head, científico de la Universidad de Brown, en Estados Unidos.
La solución del rompecabezas fue proporcionada por el radar de la sonda de la Nasa, el cual indicó que esas configuraciones topográficas contienen enormes cantidades de hielo.
Según el informe de la revista "Science", las pruebas de la presencia de agua congelada son múltiples.
Los ecos del radar recibidos por el orbitador pasan a través del material y rebotan desde una superficie interior más profunda sin una pérdida importante de su fuerza, como ocurre cuando hay agua con una capa relativamente delgada que la cubre.
Por otra parte, la velocidad de las ondas de radio que atraviesan la capa se ajusta a una composición de agua congelada, indicó el informe.
Los glaciares en los que se centró el estudio están ubicados en la región de la cuenca de Hellas, en el hemisferio sur marciano, pero el radar también detectó formaciones similares en el hemisferio norte."Existe un volumen todavía mayor de agua congelada en los depósitos del norte", aseguró Jeffrey Plaut, científico de JPL.
Holt explicó que la presencia de glaciares en latitudes bajas de ambos hemisferios se explicaría por un cambio que sufrió en algún momento el eje de rotación de Marte el cual empujó el agua de los polos a esos lugares.
UN MAR EVAPORADO
Otro grupo mientras tanto, con participación española del CSIC, ha analizado con un espectrómetro de rayos gamma de la nave Mars Odyssey, la composición de unas peculiares formaciones en Marte que pudieron ser litorales oceánicos. La concentración de hierro, potasio y torio delimita dos posibles líneas de costa: una de un océano mayor, de hasta 20 veces la extensión del Mediterráneo, que cubriría un tercio de Marte, y otra más reciente, de un mar como 10 mediterráneos, que sería el remanente del primero cuando se fue evaporando. El estudio se presentado en un número especial de Planetary and Space Science.
El otro descubrimiento se refiere a la existencia de un gran océano allí en el pasado: un mar del tamaño de 20 mediterráneos pudo cubrir gran parte del planeta rojo hace unos cuantos miles de millones de años, a juzgar por las líneas de costa identificadas gracias a la composición química especial de las rocas. Los dos hallazgos son independientes, se han hecho con sensores distintos, embarcados en diferentes naves en órbita de Marte.
Ya se habían anunciado indicios de depósitos de hielo en latitudes bajas de Marte y determinados rasgos geológicos similares a glaciares antárticos habían llamado la atención de los especialistas hace tiempo.
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